domingo, 16 de diciembre de 2012

ESCUELAS DE PSICOLOGÍA




La gran mayoría de los problemas psicológicos se basa en las diferentes formas en que los distintos psicólogos ven la naturaleza misma de los seres humanos. En este campo han surgido varias disputas y, aunque muchas se han resuelto, otras han continuado y siguen en la actualidad. Muchas de estas polémicas nacieron en los primeros tiempos de la psicología con la aparición, a finales del siglo XIX y principios del XX, de una serie de escuelas con una visión teórica y orientación común. El florecimiento de estas escuelas escribió la historia de la psicología. La reflexión de los filósofos respecto del pensamiento, continuó hasta el nacimiento de la psicología tal y como la conocemos hoy en día.
Wilhelm Max Wundt (1832– 1920)
El primer experimento que se considera dentro del campo de la psicología surgió en 1879, cuando Wilhelm Max Wundt (1832 – 1920) y dos jóvenes, intentaban medir los “átomos de la mente”, los procesos mentales más rápidos y más simples. Se realizó en el primer laboratorio experimental que estaba situado en Leipzig, Alemania, con un equipo formado por Wundt, desde entonces denominado como “el padre de la psicología”, y los primeros alumnos graduados en esta disciplina, donde se medía el tiempo que transcurría entre que sonaba un sonido y las personas apretaban un botón.
  Esta nueva ciencia de la psicología pronto se organizó en distintas ramas o escuelas del pensamiento, cada una promovida por pensadores pioneros. Estas hacen uso de diferentes métodos ya sean la introspección, experimentación, la hipnosis, la terapia centrada en el cliente o la observación. También podemos hablar del análisis factorial, los test, modelos computacionales o los sistemas de medición.

Citamos a continuación las grandes escuelas consideradas en psicología:
-          Psicología del Estructuralismo.
-         Psicología del Funcionalismo.
-         Psicología del Psicoanálisis.
-          Psicología de la Gestalt.
-          Psicología del Conductismo.
-          Psicología del Humanismo.
-          Psicología del Cognitivismo.

PSICOLOGÍA DEL ESTRUCTURALISMO

El padre de la psicología, Wundt, escribió “Principios de la psicología fisiológica” (publicado en dos partes en 1883 y 1884) donde establecía la psicología como una ciencia experimental que utilizaba métodos derivados de la fisiología.
Poco después de la inauguración del laboratorio de Wundt, un alumno suyo llamado Edward Bradford Titchener (1867 – 1962), se incorporó a la facultad de la Universidad de Cornell tras haber recibido su título de doctor en 1892. Para él, el estudio del comportamiento debía tener tres partes: el estudio de la anatomía del cerebro o Psicología Fisiológica, el estudio de la función o finalidad del comportamiento o la Psicología Funcional y por último el estudio del desarrollo humano o la Psicología Evolutiva. A esto se le llamó el estructuralismo.

Edward Bradford Titchener (1867 –1962)

Intentaba descubrir el número de elementos últimos de la mente y ciertas condiciones del método de la introspección científica. El objeto de estudio de esta escuela era la conciencia, mediante la introspección autorreflexiva (observación interior), es decir, pedía que le dijeran: ¿Qué sensaciones tenían? ¿Qué imágenes le venían a la cabeza? ¿Cómo se relacionaban estos sentimientos con otros? Todo ello mientras miraban una rosa, escuchaban un metrónomo, olían una fragancia o saboreaban una sustancia.  La mente o conciencia inmediata no es algo sustancial, sino un proceso. Los elementos simples e irreductibles sobre los que descansa toda la actividad mental son: sensación, sentimiento e imagen.
Este pensamiento de que “hay una sola cosa, y solo una en todo el universo, acerca de la cual sabemos más de lo que podríamos aprender al partir de la observación externa” era compartido también por el ensayista inglés C. S. Lewis, ya que afirmaban que “Nosotros tenemos, por decirlo así, información interna”.
Pero la introspección utilizada por Titchener requería personas muy expresivas y era de poca confianza ya que cada introspeccionista describía sus propias sensaciones de una manera única y personal, existiendo poca fiabilidad entre los juicos de un observador y otro, y finalmente hizo que el estructuralismo decayera.

PSICOLOGÍA DEL FUNCIONALISMO

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William James (1842 - 1910)
Por otra parte, el filósofo y psicólogo William James (1842 – 1910) nacido en Cambridge, se dedicó a ver cómo funcionan los retos, cómo sobreviven y se adaptan las características de la conciencia. Pensaba que había que considerar las funciones derivadas de nuestros pensamientos y sentimientos, lo que llamamos funcionalismo, antes que intentar armar la estructura de la mente a partir de elementos simples como se creía en el estructuralismo. Por ello, se convirtió en el primer sistema de psicología realmente americano siendo a su vez mucho más científico y práctico que el estructuralismo.
Destacamos a su discípulo John Dewey (1859 – 1952), quien hizo aportaciones indispensables como incorporar la psicología al darvinismo: la mente y la conducta son funciones adaptativas mediante las que el organismo realiza los fines de la supervivencia individual y de la especie. Además de rechazar el asociacionismo atomista y  la psicología del contenido o hacer de la acción o conducta el punto central de la psicología.
Para James al igual que Charles Robert Darwin (1809 – 1882), lo que la conciencia contiene es menos importante que lo que hace. La conciencia sirve a un propósito, que es capacitarnos “para considerar nuestro pasado, ajustarlo a nuestras circunstancias actuales y planear nuestro futuro”. Trabajaba las exploraciones realistas de las emociones, los recuerdos, la fuerza de voluntad, los hábitos y el flujo constante de la conciencia. Tiene un gran interés sobre el modo en que el organismo se adapta al ambiente.
Es importante recalcar su trabajo de enseñanza en Harvard ya que fue uno de los más prestigiosos y, sobre todo, su coraje al admitir a Mary Calkins en su seminario pese a las objeciones del Rector de Harvard y las renuncias por parte de los estudiantes ya que no querían una mujer en su clase. James siguió enseñando a Calkins hasta que se convirtió en la primera mujer que debería haber obtenido el título de doctora que otorgaba la Universidad de Harvard, pero estos se negaron a dárselo. Pese a esto, se convirtió en una importante investigadora y en la primera mujer presidenta de la Asociación Norteamericana de Psicología (APA) en 1905.
Tras muchos años, se le concedió el honor de ser la primera mujer en obtener el título de doctora en psicología que otorgaba la Universidad de Harvard a Margaret Floy Washburn, quien sintetizó la investigación sobre la conducta animal en “La mente animal” y llegó a ser la segunda mujer presidenta de la Asociación Norteamericana de Psicología (APA) en 1921.

            PSICOANÁLISIS
           
Esta nueva escuela se inició con la obra de Sigmund Freud (1856 – 1939), quien desarrolló una nueva forma de entender la enfermedad mental, basada en la técnica del psicoanálisis. Su trabajo supuso la apertura de un nuevo tipo de conocimiento psicológico, donde se enfatizaba el análisis de la mente inconsciente y cómo influye el bienestar físico y mental de una persona.

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Sigmund Freud (1856 - 1939)

Los psicoanalistas afirmaban que sólo somos conscientes de una pequeña parte de la mente y que la mayoría de los procesos psicológicos  importantes que motivan nuestra conducta y dirigen nuestras emociones, son inconscientes por naturaleza. En la doctrina de Freud, el inconsciente contiene pensamientos, recuerdos y deseos que están muy por debajo de la superficie de la experiencia consciente,  pero que aún así influye profundamente en la conducta.
Si había un trastorno en la parte inconsciente de la mente, producido por un trauma o conflicto temprano no resuelto, esto podría influir sobre la forma de actuar de esta persona, quien tendría una conducta irracional e incluso una enfermedad mental. En personas normales, también la mente inconsciente a veces puede dar lugar a reacciones irracionales o inadecuadas.
También descubrió que los sueños de sus pacientes expresaban importantes ideas de las que no estaban conscientes. Freud integró todas sus observaciones llegando a la conclusión de que los trastornos psicológicos se debían a los conflictos personales en el nivel inconsciente. Su teoría psicoanalista trata de explicar la personalidad, la motivación y los problemas mentales centrándose en los determinantes inconscientes de la conducta.
El psicoanálisis proporcionó a los terapeutas otra manera de entender los problemas humanos , Freud dio la clave para esto ya que dividió la mente en tres partes: el yo (ego) que tenía una concepción práctica y actuaba como mediador entre mente y realidad; el ello (id) que eran los impulsos, emociones y deseos soterrados, que precisaban una gratificación instantánea de todas las necesidades o deseos; y el superyó (superego), que era el sentido social del deber y la responsabilidad y la conciencia moral.
El psicoanálisis se concibe pues, como una terapia basada en el insight que se centra en la recuperación de conflictos, de motivos y defensas inconscientes a través de técnicas como la libre asociación y la transferencia. 
Su teoría no logró aceptación inmediata en parte por su carácter polémico, pero el psicoanálisis de Freud llegó a dominar el campo de psiquiatría durante décadas cuando Stanley Hall en 1909, invitó a Freud a citar una serie de conferencias en la universidad de Clark en Massachusetts.
Aunque el dominio ha ido erosionándose en años recientes, varios métodos psicoanalíticos siguen evolucionando y ejerciendo su influencia todavía hoy (Eagle y Wolitzky, 1992; Ursano y Silberman, 1999).

PSICOLOGÍA DE LA GESTALT

Los psicólogos alemanes que fundaron la escuela de la Gestalt a principios del siglo XX, Max Wertheimer (1880 – 1943), Kurt Koffka (1886 – 1941) y Wolfgang Köhler (1887 – 1967), lanzaron la idea de que no son elementos individuales de la mente los que son importantes (como mantenían los estructuralistas) sino la “gestalt” que estos elementos conformaban. (Gestalt es un término alemán que significa “forma” o “configuración”).

Max Wertheimer (1880 –1943)

Kurt Koffka (1886 – 1941)



Wolfgang Köhler (1887 – 1967)

Los psicólogos de la Gestalt se interesaban principalmente por la percepción; creían que las experiencias perceptivas dependían, por un lado, de los patrones formados por los estímulos, y por otro, de la organización de la experiencia. Así, lo que realmente vemos está relacionado con el fondo sobre el que aparece el objeto y con otros aspectos del patrón general de estimulación. En repetidas ocasiones los partidarios de esta corriente demostraron que el todo puede ser mayor que la suma de sus partes.
Entre los principales intereses de los psicólogos de la Gestalt estaban el de la percepción del movimiento, del tamaño, y la apariencia del color bajo los cambios de iluminación. Estos intereses los llevaron a enunciar varias interpretaciones centradas en la percepción sobre el aprendizaje, la memoria y la resolución de problemas que ayudaron a sentar las bases para las investigaciones actuales de la psicología cognitiva.
Los psicólogos de la Gestalt también ejercieron influencia en los pioneros clave de la psicología social, incluyendo a Kurt Lewin, Solomon Asch y Fritz Heider, que se centró en los principios de la Gestat para explicar los fenómenos interpersonales. De hecho, Asch extendió la idea de la Gestalt según la cual vemos “todos” en lugar de “partes aisladas”, tanto en el caso más sencillo de la percepción de objetos como en los casos más complejos de percepción de personas. Además todos ellos consideraron que imponer significado y estructura a los estímulos entrantes era un proceso automático y fuera del control consciente. Este punto de vista de la Gestalt continúa alimentando las investigaciones contemporáneas sobre la cognición social hasta la actualidad.
Por tanto, los gestalistas reconocían la importancia de la conciencia; sólo que se opusieron a considerarla como un conjunto de piezas suelas. Mantenían que el todo es más que la suma de las partes, un punto de vista que tuvo un especial impacto en el estudio de la percepción.

CONDUCTISMO

El estructuralismo y el funcionalismo jugaron un papel importantísimo en el desarrollo de la psicología, puesto que ambos proporcionaban un enfoque sistemático. Pero en los primeros años del siglo XX, hizo su aparición otra escuela del pensamiento que modificó profundamente la evolución de la psicología.
En 1913, John B. Watson (1878 -1958) publicó “Psychology from the standpoint of a behaviorist” (La psicología desde el punto de vista de un conductista), donde describía sus ideas sobre la nueva dirección que debía tomar la psicología. Watson consideraba que lo más importante para la psicología era que debía ser científica: consideraba que la introspección era demasiado imprecisa y que carecía de objetividad. 


John B. Watson (1878 - 1958)
Para que la psicología se convirtiera en una ciencia, Watson creía que la información psicológica debía estar abierta a la introspección pública, al igual que la información propia de otras ciencias. La conducta es pública y la conciencia privada; y la ciencia debía tratar únicamente con los hechos públicos. Por tanto, proponía abandonar por completo el estudio de la conciencia para concentrarse en forma exclusiva en las conductas que pueden observarse de manera directa (ya fuera verbal, actos concretos o incluso hábitos generales). Watson creía que, limitándose al estudio de la conducta, la psicología obtendría observaciones que podrían ser verificadas por otros autores, y que no estarían sujetas al sesgo y la distorsión subjetivos.

Para Watson el conductismo es una orientación teórica que se basa en el postulado de que la psicología científica debería estudiar únicamente la conducta observable, entendiendo como conducta cualquier respuesta o actividad externa (observable) de un organismo.

Esta reorientación tan radical de la psicología no termina con la redefinición del objetivo. Watson adoptó una posición externa ante uno de los puntos más viejos y fundamentales de la psicología: el problema naturaleza frente a crianza: ¿está la conducta determinada por la herencia genética principalmente (naturaleza), o por la experiencia y el ambiente (crianza). Watson se inclinaba por la segunda opción, la crianza, restando importancia a la herencia, y sostenía que la conducta se rige primordialmente por el ambiente. De hecho, afirmaba que tomando una docena de niños y aplicando técnicas de modificación de conducta, podría conseguir cualquier persona que deseara:
“Dénme una docena de infantes sanos, bien formados y un mundo especial para criarlos. Les garantizo que tomaré uno de ellos a azar y lo entrenaré para que se convierta en el tipo de especialista que yo elija: médico, abogado, artista, comerciante y, claro, hasta limosnero y ladrón, sin que importen sus cualidades ni sus inclinaciones, como tampoco sus tendencias, sus capacidades, su vocación ni la raza de sus antepasados. Estoy yendo más allá de los hechos, lo admito, pero lo mismo han hecho los que opinan lo contrario y llevan diciéndolo miles de años.” (1924, p.82)

Watson y otros partidarios del conductismo explicaban que prácticamente toda conducta  es resultado de un condicionamiento y que el ambiente modela la conducta reforzando hábitos específicos. Los conductistas con el tiempo llegaron a pensar que la misión de la psicología era relacionar las conductas externas “respuestas” con cosas observables en el ambiente “estímulos” (cualquier señal detectable en el ambiente).

Con el tiempo, los conductistas tendían a hablar de los fenómenos psicológicos en términos de estímulos y respuestas, lo que dio lugar al término psicología estímulo-respuesta (E-R). No obstante, cabe destacar que la psicología E-R en sí misma no es una teoría o perspectiva, sino una serie de términos que pueden utilizarse para comunicar información psicológica.
En consecuencia, Watson buscó las unidades básicas que conformaban la conducta, creyendo que se encontrarían en forma de asociaciones simples entre los estímulos del entorno externo y las respuestas emitidas por el organismo. Expresó que podía explicar toda la conducta humana, en términos de asociaciones estímulo-respuesta aprendidas, y que la psicología debería estudiar la forma en que sucede este aprendizaje. 
El planteamiento de Watson se establece en cinco supuestos fundamentales: el primero que el aprendizaje es el factor más importante en el entendimiento de la conducta, por lo que entender el aprendizaje conduciría a comprender las conductas; el segundo que el aprendizaje procedía de la asociación entre un estímulo externo y una respuesta conductual; el tercero que sólo aquella información medible y objetiva podía contemplarse como científica; cuarto que cualquier proceso mental o interferencia aparentes sobre lo que sucedía dentro de un organismo debería ser rechazado, ya que lo único que puede observarse directamente es la conducta de ese organismo; por último, el quinto decía que toda conducta ya fuera animal o humana, se aprendía d la misma forma.

Condicionamiento clásico

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Iván Petróvich Pávlov (1849 – 1936)
Las ideas de Watson encajaron muy bien con la investigación sobre los reflejos condicionados realizados por el psicólogo Iván Petróvich Pávlov (1849 – 1936), plasmada finalmente en la teoría del condicionamiento clásico. Esta teoría se desarrolló mientras Pavlov observaba que los animales tenían una respuesta refleja frente a estímulos que habían sido aprendidos. En el ejemplo clásico, Pavlov descubrió que su animal de experimentación salivaba cuando veía a su ayudante con el cuenco de la comida. Debido a que la salivación sólo podía hacerse producido en respuesta a la comida, Pavlov razonó que el perro había aprendido a hacer esta asociación Al hacer sonar una campana cada vez que se daba de comer a los perros, Pavlov demostró cómo podían formarse nuevas asociaciones entre estímulos y respuestas, aún con respuestas que era un reflejo automático.
Los estudios de Pavlov condujeron a la identificación de tres factores que influían sobre el condicionamiento. El primero es la contigüidad, en que se establece una conexión entre dos sucesos en el tiempo y el espacio. El segundo es la frecuencia: la cantidad de veces en que un estímulo despierta una respuesta. Y el tercero es el reforzamiento: fortalecimiento de la asociación aprendida. Tanto Pavlov como Watson creían que el reforzamiento se producía a través de la repetición de la conducta entre estímulo y respuesta: cuanto más se repitiera, más fuerte sería la asociación. 

 Condicionamiento operante

             El psicólogo Edward Thorndike (1874 – 1949), ideó sus denominadas “cajas de solución de problemas” que eran cajas donde los gatos podían escapar realizando simples acciones. Se convirtió así en uno de los pioneros del condicionamiento operante también llamado instrumental. Sus principales aportaciones fueron el aprendizaje por ensayo/error y la ley del efecto. Sus estudios sobre la conducta animal le permitieron desarrollar la teoría del conexionismo.

Edward Thorndike (1874 – 1949)

Desde el punto de vista del teórico, trata de aplicar los principios de la psicología general, la pedagogía y la metodología de las ciencias naturales a la situación de enseñanza; sus objetivos de estudio son las diferencias individuales, el aprendizaje y la ejecución, es decir, lo que se aprende.

Pero el trabajo de B. F. Skinner (1904 – 1990) en la década de los cincuenta, fue quien hizo que se desarrollara aún más el conductismo. Este autor identificó otra forma de asociación entre estímulo-respuesta a través del método de aprendizaje que denominó condicionamiento operante. Para Skinner el aprendizaje también podía resultar de las consecuencias de una acción: los organismos tienden a repetir las respuestas que producen resultados positivos y a no repetir las que producen resultados negativos.

Para Skinner, este mecanismo servía para construir una nueva acción a través de un proceso que se llamaría moldeamiento de la conducta, donde se obtiene una recompensa al realizar una acción parecida o similar a la que el operador quiere que realice. La demostración de Skinner de que incluso una conducta totalmente nueva podía ser entendida dentro del entorno conductista, reforzó en gran medida su influencia en el enfoque global de la psicología. Skinner utilizó el condicionamiento operante para justificar la novedad y lo inesperado en la conducta humana.

Dado que los psicólogos no obtenían los resultados esperados con la introspección, la nueva escuela conductista tuvo una creciente y rápida aceptación, y muchos psicólogos jóvenes en Estados Unidos se autodenominaron “conductistas”.

PSICOLOGÍA DEL HUMANISMO

A mediados del siglo XX, el conductismo y la teoría psicoanalítica eran las escuelas más influyentes en psicología. Sin embargo, resultaban poco atractivas para muchos psicólogos. Las acusaban principalmente de ser “deshumanizadoras”. A partir de la década de los cincuenta los opositores de estas dos escuelas se aliaron formando así una escuela que denominaron “humanismo”, y que definieron como un enfoque teórico que pone de relieve las cualidades especiales del ser humano, sobre todo su libertad y su potencial de crecimiento personal.
La psicología humanista se basaba en las revelaciones procedentes de la psicoterapia, en que los pacientes (en especial quienes mejoraban), seguían considerándose como seres humanos con intenciones, planes y ambiciones y no como “ellos” o “superyós” batallando entre sí, o como sucesiones de conexiones entre estímulos y respuestas y contingencias conductuales.
Destacamos dos de los principales teóricos claves de esta escuela como son Abraham Maslow (1908 – 1970), quien se dedicó al estudio de la motivación humana (entre otros temas) y Carl Rogers (1902 – 1987), quien desarrolló un modelo de la personalidad humana y un enfoque de la psicoterapia que enfatizaban la importancia de las propias decisiones, ideas y opiniones del paciente.

Abraham Maslow (1908 – 1970)
Carl Rogers (1902 – 1987)


 Una parte fundamental del enfoque humanista es la capacidad del hombre para su crecimiento personal positivo y capacidad de cambio. El ser humano se esfuerza para conseguir su propio desarrollo y satisfacer su potencial. Los problemas aparecen cuando el esfuerzo se frustra ya que si no puede hacer algo, aparecen la neurosis, los conflictos de personalidad e incluso los trastornos psicóticos. De esta forma, los psicólogos humanistas consideraban el ejercicio de la libre elección y el deseo como algo vitalmente importante para la conducta psicológica sana del ser humano.
También subrayan la naturaleza holística de la personalidad, rechazando la representación fragmentaria de una mente en conflicto perpetuo consigo misma, tal y como lo presentan los psicoanalistas y también rechazan la representación atomizada de la conducta humana de los conductistas. Mientras carios factores pueden combinarse para influir en una persona, ésta, sin embargo, es un ser completo en sí mismo, con sus propias ideas y planes.
La autorrealización es un concepto esencial dentro de este pensamiento y se considera como realizarse uno mismo, desarrollando todas las capacidades. Para Maslow, esto implica alcanzar un estado donde se satisfacen todas las necesidades y los sujetos pueden desarrollar todo su potencial, pero para Rogers no es tanto un objetivo como un proceso, considera que es algo fundamental: todos intentamos desarrollar y hacer realidad nuestro potencial, y ésta es una de las dos necesidades psicológicas básicas que deben satisfacerse. La otra es la necesidad de que los demás tengan una opinión positiva sobre nosotros.

La escuela humanista del pensamiento ha proporcionado una de las formas más positivas con que los psicólogos pueden considerar la motivación y personalidad humanas, ha hecho que se considere la intencionalidad de la conducta humana (la idea de que la gente a veces hace cosas porque así las ha planificado), ha estimulado el desarrollo de metodologías cualitativas en psicología y, entre otras, ha reintroducido el concepto de persona como un todo global en psicología.

Con este nuevo enfoque se han establecido los fundamentos de muchos de los cambios radicales que han ocurrido en la psicología durante el último tercio del siglo XX.

PSICOLOGÍA DEL CONGNITIVISMO

A finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, el desarrollo en las comunicaciones y, posteriormente, en la informática hizo que creciera el interés en la forma en que el ser humano procesa la información. El rápido crecimiento de la tecnología de defensa durante la Segunda Guerra Mundial, estimuló la investigación psicológica en los procesos cognitivos del hombre.

El enfoque del procesamiento de la información supuso una alternativa atrayente frente a las limitaciones del conductismo y adquirió con rapidez una gran popularidad. El crecimiento de la psicología cognitiva continuó durante los años sesenta y ochenta. La investigación cognitiva exploró muchas facetas diferentes de la vida mental, como la utilización de imágenes en la representación, los procesos de toma de decisiones y la resolución de problemas y el razonamiento.
Noam Chomsky (1928 - )
Se realizaron muchos cambios de los enfoques anteriores que llegaron a conformar lo que conocemos como revolución cognitiva. Entendemos la cognición como los procesos mentales con que se obtiene el conocimiento, es decir, incluye el pensamiento o al experiencia consciente. Durante décadas se olvidaron un poco los procesos mentales “inobservables” dejándose llevar por el conductismo, pero todo cambió con los trabajos de Noam Chomsky (1928-) que reavivaron el interés por las bases psicológicas del lenguaje y la investigación del psicólogo suizo Jean Piaget (1896 - 1980), quien atrajo la atención al estudio del desarrollo cognoscitivo del niño.


Vamos a centrarnos un poco más en los adelantos de Jean Piaget. A Jean Piaget, en la evolución de los conocimientos en el niño, lo que le interesó fue la aparición de nuevas formas o estructuras mentales. Pero podemos preguntarnos qué son para Piaget las diferentes estructuras de nuestro conocimiento. Para responder a ello, conviene recordar lo que he denominado los tres postulados de base de la su teoría: El primer postulado consiste en situar, principalmente, el origen de los conocimientos empíricos en nuestras acciones y en los efectos que producen. El segundo postulado de Piaget, consiste en situar el origen de las diferentes estructuras lógicas que sostienen las conductas sensorimotoras del bebé en la organización de nuestras acciones en sistemas, las estructuras coordinadoras. 
Jean Piaget (1896 - 1980)

El tercer postulado, consiste en considerar las operaciones lógicas que fundamentan nuestros juicios y razonamientos como el resultado de la coordinación de acciones interiorizadas, o más concretamente, las coordinaciones generales de las diversas categorías de acciones interiorizadas.
Este autor propone una serie de etapas de desarrollo en los seres humanos, donde cada periodo se caracteriza por la presencia de ciertos procesos y estructuras mentales, que maduran y se fortalecen para permitir el paso a la siguiente etapa:
Etapa sensoriomotora (nacimiento hasta los 2 años aproximadamente) Al nacer, el mundo del niño se enfoca a sus acciones motrices y a su percepción sensorial. Cuando termina el primer año ha cambiado su concepción del mundo, reconoce la permanencia de los objetos cuando se encuentran fuera de su propia percepción. Otros signos de inteligencia incluyen la iniciación de la conducta dirigida a un objetivo y la invención de nuevas soluciones. El niño no es capaz de elaborar representaciones internas, lo que se supone como pensamiento; no ha desarrollado el lenguaje, su inteligencia se considera como preverbal. En la última etapa de este periodo se refleja una especie de "lógica de las acciones", es decir, que la actividad está motivada por la experimentación.
Etapa preoperacional (2 a los 7 años, aproximadamente) En la transición a este periodo, el niño descubre que algunas cosas pueden tomar el lugar de otras. El pensamiento infantil ya no está sujeto a acciones externas, comienza a interiorizarse. Las representaciones internas proporcionan el vehículo de más movilidad para su creciente inteligencia. Las formas de representación internas que emergen simultáneamente al principio de este periodo son: la imitación, el juego simbólico, la imagen mental y un rápido desarrollo del lenguaje hablado. A pesar de importantes adelantos en el funcionamiento simbólico, la habilidad infantil para pensar lógicamente está marcada con cierta inflexibilidad, es altamente egocentrista. 
Etapa de operaciones concretas (7 a los 11 años aproximadamente) El niño se hace más capaz de mostrar el pensamiento lógico ante los objetos físicos. Una facultad recién adquirida, la reversibilidad, le permite invertir o regresar mentalmente sobre el proceso que acaba de realizar, una acción que antes sólo había llevado a cabo físicamente. El niño también es capaz de retener mentalmente dos o más variables, cuando estudia los objetos y reconcilia datos aparentemente contradictorios. Estas nuevas capacidades mentales se muestran mediante un rápido incremento en sus habilidades para conservar ciertas propiedades de los objetos, número y cantidad, a través de los cambios de otras propiedades, para realizar una clasificación y ordenamiento de los objetos. Las operaciones matemáticas surgen en este periodo. El niño se convierte en un ser cada vez más capaz de pensar en objetos físicamente ausentes, apoyado en imágenes vivas de experiencias pasadas. Frente a los objetos, los niños pueden formar jerarquías y entender la inclusión de clase en los diferentes niveles de una estructura. Para hacer comparaciones, pueden manejar mentalmente y al mismo tiempo: la parte o subclase, y el todo o clase superior.Los niños de 7 a 8 años muestran una marcada disminución de su egocentrismo, se vuelven más sociocéntricos. A medida que muestran una mayor habilidad para aceptar opiniones ajenas, también se hacen más conscientes de las necesidades del que escucha, la información que tiene y de sus intereses. Entonces las explicaciones que elaboran los niños están más a tono con el que escucha. Cualquier discusión implica ahora un intercambio de ideas. Al estar consciente de los puntos de vista ajenos, el niño busca justificar sus ideas y coordinar las de otros. Sus explicaciones son cada vez más lógicas. 
Etapa de las operaciones formales (11 a los 15 años aproximadamente) Esta etapa, se caracteriza por la habilidad para pensar más allá de la realidad concreta. La realidad es ahora sólo un subconjunto de las posibilidades para pensar. En la etapa anterior desarrolló relaciones con interacción y materiales concretos; ahora puede pensar en relación de relaciones y otras ideas abstractas, como proporciones y conceptos de segundo orden. El niño de pensamiento formal tiene la capacidad de manejar, a nivel lógico, enunciados verbales y proposiciones, en vez de objetos concretos únicamente. Es capaz ahora de entender plenamente y apreciar las abstracciones simbólicas del álgebra y la crítica literaria, así como el uso de metáforas en la literatura. A menudo se ve involucrado en discusiones espontáneas sobre filosofía, creencias, comportamientos sociales y valores, en las que son tratados conceptos abstractos.

Cada uno de dichos estadios se caracteriza, pues, por la aparición de estructuras originales, cuya construcción le distingue de los estadios anteriores. Lo esencial de esas construcciones sucesivas subsiste en el curso de los estadios ulteriores en forma de subestructuras, sobre las cuales habrán de edificarse los nuevos caracteres. De ello se deduce que, en el adulto, cada uno de los estadios pasados corresponde a un nivel más o menos elemental o elevado de la jerarquía de las conductas. 
Piaget fue el principal representante de la psicología del cognitivismo por muchas aportaciones al campo de la psicología. Aquí hemos detallado las que más relevancia tuvieron.
Si seguimos con aportaciones de otros autores, más o menos por esa época Herbert Simon y sus colegas iniciaron la innovadora investigación sobre la solución de problemas que a la postre le valió un premio Nobel a Simon. Desde entonces, para los teóricos cognoscitivos, la psicología debe estudiar los procesos mentales internos si quiere entender plenamente la conducta ya que concentrarse sólo en la conducta externa nos da una imagen incompleta de las causas del comportamiento.
El periodo comprendido entre 1950 y 1960 presenció muchos descubrimientos que pusieron en relieve las interrelaciones entre la mente, el cuerpo y la conducta. El psicólogo James Olds (1956) demostró que la estimulación eléctrica del cerebro podía producir respuestas emocionales como el placer y la ira en los animales. Roger Sperry (1981), recibió un premio Nobel por su trabajo al comprobar que los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro se especializan en varios tipos de actividades mentales. También fueron galardonados con dicho premio David Hubel y Torsten Wiesel, cuyos trabajos hablaban de cómo las señales visuales son procesadas en el cerebro.
Sin embargo aparecieron dos limitaciones de la revolución cognitiva que se hicieron evidentes de forma gradual. Una era la forma en que el énfasis en la investigación de laboratorio tendía a excluir otros métodos de investigación. Da forma paulatina, los psicólogos se dieron cuenta de que los métodos de laboratorio sólo podían estudiar un rango limitado de la conducta humana, y se ejerció más presión sobre los métodos más válidos ecológicamente para investigar los actos y pensamientos del individuo. Métodos que podían reconocer la complejidad de la conducta humana en la vida cotidiana.
La segunda limitación era la influencia progresiva de la metáfora informática de la psicología cognitiva. Durante los primeros años de la revolución cognitiva, investigadores habían demostrado que los factores personales y sociales también influían en los procesos cognitivos. Pero, a medida que las teorías de psicología cognitiva fueron asimilando la idea de que el cerebro humano funcionaba “como un ordenador”, estos conceptos fueron cayendo en desuso o se ignoraron.
Sin embargo, el cambio que la revolución cognitiva supuso para la psicología fue muy grande y los investigadores de otras ramas de la psicología también se interesaron en conocer cómo la gente da sentido a sus experiencias.

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